sábado, 27 de abril de 2013

Sigue Siendo China Socialista O Cambio Su Modelo A Capitalista? 中华人民共和国

Constantemente pseudo-intelectuales de todo el mundo (y otros que repiten como loros), atacan al socialismo del siglo XXI venezolano de diversas formas, una de ellas es tomando como referencia el supuesto fracaso del sistema de gobierno chino y su transformación al capitalismo, pero la realidad es que China sigue siendo más socialista que nunca y reconoce que debe su progreso a su formación histórica. Así pues creí necesario escribir sobre algunos aspectos importantes de la verdad económica de este gigante asiático, por que la historia escrita por los que dominan al mundo no puede ser tomada como única e incuestionable.
Como sabemos China posee en la actualidad la segunda economía más poderosa del planeta y para arrechera de los capitalistas su modelo político esta inspirado en el extinto comunismo soviético, establecido según la filosofía Revolucionaria de Mao Zedong padre del Partido Comunista de China, que representa la bancada política que gobierna la nación. Es cierto que económicamente hablando sufrió grandes cambios a partir de las reformas de 1978 impulsadas por Deng Xiaoping, las cuales liberaban al mercado del centralismo gubernamental que se volvió extemporáneo, pues se entendió el error que implicaba no abrir las puertas comerciales dentro y fuera de China, para que de esta forma resultara más viable y así competir en el monopolizado mercado mundial. El gobierno comenzó entonces a trabajar para brindarle un marco idóneo a la inversión, pero manteniendo los controles legales que corresponden a la protección del consumidor. Sin embargo los analistas estadounidenses y otros jalabolas del mundo preocupados por que calculan que en 2016 la economía China le pasará por encima al Tio Sam; pretenden engañar a los pequeños de Latinoamérica pregonando la loca y mal fundamentada idea de que China Es Capitalista. 
La economía China adquirió una forma propia para competir en el mercado mundial y le ha resultado exitosa, cambio la forma más no la esencia, de hecho ellos mismo la han nombrado "Economía De Mercado Socialista", así como en Vietnam donde a partir de la reforma de Doi Moi se denomina "economía de mercado orientada al socialismo". La característica principal de esta forma económica es que las industrias básicas y sectores regulados como las telecomunicaciones o el sector bancario, son mayoritariamente propiedad del Estado pero compiten entre ellas en un sistema de precios establecidos por el mercado. En contraste con el capitalismo, el estado central esta de brazos cruzados, y no permite la privatización de las instituciones como por ejemplo la educación, que es totalmente gratuita, de hecho la educación superior es por departamentos, los cuales son la unidad de enseñanza básica y que ofrecen una variedad de especialidades en un catálogo elaborado en 1952 que esta basado en el sistema de la antigua Unión Soviética. La salud es bastante eficiente pero cuestionable por que a los trabajadores se les resta el 50% de sus ganancias que van a un fondo de ahorro para la misma y para su vejes, sin embargo los férreos sindicatos han conseguido aumentar los salarios netos a tal cifra que el ahorro por salud y vejes se ha vuelto sostenible, ya no representa una carga lapidaria y las familias gozan de un poder adquisitivo mayor que el Chileno. 
Para cerrar quisiera exponer algunas comparaciones entre La China Socialista Y El Capitalista EEUU: 
China es el segundo país que más consume energía después de los gringos pero es la que más produce. Después de Estados Unidos generó en electricidad en 2008, una producción de unos 3000 millones de kilovatios hora, lo resaltante aquí es que EEUU tiene una población de 316.668.567 habitantes mientras que China 1.343.239.923 es decir mil millones de habitantes más. La producción de petróleo China es la quinta del mundo, de 3973 millones de barriles por día en 2008; pero es el segundo que más consume (después de, nuevamente, Estados Unidos), siendo de 7831 barriles al día y volvemos a hacer la comparación entre habitantes de ambas potencias. Pero gracias a su corazón socialista China es uno de los países que más capacidad ha instalado para las energías renovables, muy por encima de los explotadores de Septentrión, China protege y apuesta a la defensa del medio ambiente, Los EEUU y su capitalismo sin embargo (siendo los mayores contaminantes del mundo, tanto por la emanación de gases a la atmósfera como por la explotación indiscriminada de los recursos naturales) se ha negado a firmar protocolos de defensa para el medio ambiente como el de Kioto, alegando que va en perjuicio de su economía, es decir, que para defender su Capitalismo prefieren provocar el fin del mundo.

Que Viva La China Socialista!!!  Y Que Viva La Historia Escrita Por Los Pueblos!!!



                       Por: Rubiel Ysaias Romero Bárcenas 

martes, 19 de febrero de 2013

La Batalla Por El Socialísmo

Como ya deberíamos saber el socialismo es el control por parte de la sociedad, que debe ser organizada como un entero sobre todos sus componentes, algo así como un cardúmen inmenso de peces que se desplazan en la misma dirección y actúan siempre instintivamente de la misma manera, tanto los medios de producción como las diferentes fuerzas de trabajo aplicadas, deben estar acopladas a la misma ideología, que no puede ser otra que la de fusionarse  en pro de la defensa y el bienestar de cada uno de sus integrantes. Esto implica, por tanto, una planificación y una organización colectiva y consciente de la vida social, productiva y económica. El gobierno como instancia colectiva se convierte en el ente regulador de este sistema, en el marco de una sociedad compleja, frente a la posibilidad de formas diferentes de gestión descentralizada de la colectividad, tanto por vías autogestionarias como de mercado. 

Para la venia de los capitalistas y burgueses, en nuestro país no han habido cambios explosivos o drásticos que pudiesen llevar a una desaparición contundente del dogma neoliberal, paradójicamente, el gobierno establecido bajo las banderas filosóficas del legado de Marx y Engels, lleva 14 años de cambios endebles y paulatinos. El hecho de que hace apenas un año sea cuando se legaliza una nueva ley del trabajo es una prueba irrefutable de esto, y hasta dan al patronato un año de holgura más para que se adecue a estos primigenios edictos, que siguen estando todavía muy lejos de construir un verdadero formato socialista, donde el desconocimiento casi total de esta ideología es el máximo común denominador del proletariado venezolano, y que, evidentemente no existe quien lo explique, pues incluso la matriz sindical debe dar paso y permitir la formación de una organización aún más compleja y extensa, como lo son los Concejos de Trabajadores.

Por lo tanto podemos asegurar que el tipo de socialismo que se pregona en Venezuela es algo así como el Light of Light, el espejismo de un oasis en un desierto inclemente y de donde seguramente no saldremos ilesos, por que el camino de retorno es aún más largo y peligroso que el de avance hacia lo improvisado y desconocido. 

Estas diatribas lógicamente han ido incrementando una lucha de clases donde el gobierno utiliza su poder contra los poderosos y en medio de estas turbulentas aguas dos cardumenes, ambos muy irregulares y derivados de un pueblo históricamente dividido, que se dispersa despavorido con cada batacazo de estos inmensos cetáceos antagónicos.
     
Las formas históricas de organización tipo socialista han surgido espontáneamente por la necesidad social de los seres humanos a integrarse definitivamente por una causa común, por lo que podemos asegurar que todas las naciones y razas de la tierra tarde o temprano tendrán que recurrir a ellas. Esto debido al colapso de un sistema cada vez menos sostenible para el planeta y los seres humanos. De esta espontaneidad por fuerza de lógica surgieron sociedades tan antiguas como el imperio Inca (quienes formaban una casi perfecta comunidad socialista destruida en su totalidad por el poderío de los conquistadores españoles) y la ex-Unión Soviética, desintegrada como es sabido gracias a la influencia Norteamericana a través de sus cuerpos de inteligencia. 

En un sistema socialista, al establecerse la propiedad social (colectiva) de los medios de producción, desaparece cualquier forma de propiedad privada de los bienes de capital y con esta el capitalismo como forma de apropiación del trabajoasalariado, que se supone, partiendo de la teoría del valor trabajo, una forma de explotación por vía económica. Dentro de la secuencia histórica de los modos de producción esbozada por Friedrich Engels, el capitalismo es la última sociedad con clases y el socialismo el primer paso a su extinción.

Aunque desde la caída del muro de Berlín ha habido una ofensiva ideológica contra el marxismo y las ideas del socialismo en general, la historia continúa y se vuelve cada vez más conflictiva, no solo por el fracaso si no también por el colapso definitivo del capitalismo, donde evidentemente el establishment estadounidense será el ultimo reducto y quienes harán todo lo posible por defenderlo, pues gracias a él, paso a ser el país hegemónico más poderoso de la historia humana, por lo que el futuro nos deparará grandes guerras, donde evidentemente y por necesidad surgirá un ganador y no será otro que el socialismo. 

A pesar de que se espera este desenlace —o, quizá, debido a ello—, los admiradores de las supuestas virtudes del capitalismo están dedicando grandes recursos a afirmar que el colapso del estalinismo demuestra la inviabilidad del socialismo. Se dice que la totalidad de las ideas elaboradas por Marx y Engels, y desarrolladas posteriormente por Lenin, Trotsky y Rosa Luxemburgo, están totalmente desacreditadas. Sin embargo, un análisis más riguroso revela una crisis de la mal llamada economía de libre empresa, que, tan sólo en los países industrializados, condena a 22 millones de seres humanos a una vida de inactividad forzada, derrochando el potencial creativo de toda una generación. La sociedad occidental se encuentra en un callejón sin salida, no sólo económica, política y social, sino también en el terreno de la moralidad y la cultura. La caída del estalinismo, que fue anticipada por los marxistas hace décadas, no puede disfrazar el hecho de que, en la última década del siglo XX, el sistema capitalista ya se encontraba en una crisis profunda a escala mundial. Los estrategas del capital miran hacia el futuro con un profundo desasosiego. Los más honestos se hacen una pregunta que no se atreven a contestar: ¿No tenía Marx razón después de todo?

Será nuestro país capaz de dar los cambios necesarios en avance hacia el futuro? y de ser lo suficientemente maduros para entender el momento histórico que vivimos, cuantos se mantendrán firmes hasta el final? por que seguramente al ser tocados sus intereses muchos engrosarán las filas de los nuevos enemigos del socialismo.

lunes, 18 de febrero de 2013

La Burguesía Se Aferra A La Mano Del Catolicismo

Desde que era niño siempre me preguntaba el porque de tantas cosas extrañas que veía en torno a algunas religiones, y específicamente en la católica, sobre todo por el hecho de que los lideres de la Burguesía Venezolana son en su totalidad católicos y nunca cambian su ideología dogmática, no es esto una mera casualidad. Como lo manifestaba Alí Primera en su canción No Basta Rezar: "Y rezan de corazón y rezan de buena fe pero también reza el piloto cuando monta en el avión, para ir a bombardear a los niños del Vietnam". La burguesía aborda permanentemente el avión de la esperanza de los fieles para manipular y continuar su influencia hegemónica sobre un pueblo manso y humilde.

Con las canciones de Alí entendí mucho de las razones por las que siempre el establishment utiliza esta y otras religiones para dar a conocer al mundo su poder, a través de faustosas bodas y misas llenas de discursos dirigidos a la psiquis del hombre noble y temeroso de Dios, manteniéndolo sumiso y pacifico, al igual que en tiempos coloniales, cuando los conquistadores utilizaron una cruz inmensa bajo el nombre hipócrita de "Conquista Pacifica", y asesinaron y torturaron a todos aquellos nativos que no se arrodillaron ante la ella. 

Con esto no estoy diciendo que Dios le ha dado la espalda a los creyentes del catolicismo, pues claro está para los teólogos, que con la muerte de Jesús en la cruz se ha redimido la inocencia. Aún así para nadie es un secreto que vivimos un período de transición y que la burguesía que antes representaba una visión racional del mundo, se esta convirtiendo en extemporánea y lo racional que emanaba de ella, está en vías de ser sólo un vago recuerdo. 

En la época de la degeneración senil del capitalismo, los procesos anteriores de igualdad se han vuelto lo contrario a lo que eran. En palabras de Hegel, "la Razón se vuelve Sinrazón". Es verdad que en los países industrializados la religión "oficial" está moribunda. Las iglesias están vacías y cada vez más en crisis. En su lugar, vemos una auténtica "plaga egipcia" de sectas religiosas peculiares acompañadas por un florecimiento del misticismo y de todo tipo de supersticiones. En nuestro país los evangelicos, los santeros, los Testigos de Jehova y otras sectas religiosas han distorsionado la historia.  

Este fenómeno no se limita a Venezuela. En los EE.UU esta crisis ha causado estragos, tanto que la CIA para poder competir con los evangélicos a nivel intelectual y económico crearon a Los Testigos de Jehova. Estas batallas tangibles causan estragos y desorientación en la población mundial, por eso vimos atónitos la masacre de Waco y después el suicidio colectivo de otro grupo de fanáticos religiosos en Suiza. En otros países occidentales se observa una proliferación incontrolada de sectas religiosas, supersticiones, astrología y un sinfín de tendencias irracionales. En Francia hay, aproximadamente, 36.000 sacerdotes católicos y más de 40.000 astrólogos profesionales que declaran sus ingresos a hacienda. Hasta hace poco, Japón parecía ser una excepción a la regla. William Rees-Mogg, ex editor del Times de Londres y archiconservador, en su último libro The Great Reckoning (El gran ajuste de cuentas) escribe:

"El resurgimiento de la religión es algo que se da en todo el mundo a distintos niveles. Japón puede ser una excepción, quizás porque el orden social ahí aún no ha dado muestras de romperse…". 

Rees-Mogg habló demasiado pronto. Dos años después de escribir estas palabras, el espeluznante ataque de gas en el metro de Tokio llamó la atención del mundo sobre la existencia de grupos nutridos de fanáticos religiosos incluso en Japón, donde la crisis económica ha puesto fin al largo período de pleno empleo y estabilidad social. Todos estos fenómenos guardan un paralelismo muy llamativo con lo ocurrido en la época de declive del Imperio Romano y lo que los estudiosos de la historia aseguran y saben que estos fenómenos aparecen para anunciar la muerte de una hegemonía mundial. Que nadie se manifieste en contra de semejantes cosas están confinadas a sectores marginales de la sociedad. 

El sentido universal de desorientación y pesimismo encuentra su reflejo en muchos sentidos que no son estrictamente políticos. Esta irracionalidad general no es ningún accidente. Es el reflejo psicológico de un mundo donde el destino de la humanidad está dominado por fuerzas terroríficas y, aparentemente, invisibles. Contemplemos el pánico que cunde repentinamente en la bolsa de valores; hombres y mujeres "respetables" se echan a correr ciegamente como hormigas cuando les rompen el hormiguero. Estos espasmos periódicos, parecidos al pánico de una estampida, son una ilustración gráfica de la anarquía del capitalismo. Y esto es lo que determina la vida de millones de personas. Vivimos en una sociedad en declive. La decadencia es evidente por todas partes. Los reaccionarios conservadores se lamentan de la desintegración de la familia y la epidemia de droga, violencia sin sentido, crímenes y demás. Su única respuesta es la intensificación de la represión estatal —más policía, más cárceles, castigos más brutales e, incluso, la investigación genética de supuestos "tipos criminales"—. Lo que no pueden o no quieren ver es que estos fenómenos son los síntomas del callejón sin salida del sistema social que ellos representan.

Estos son los defensores de las "fuerzas del mercado", las mismas fuerzas irracionales que actualmente condenan a millones de personas al desempleo. Son los profetas de la política económica del monetarismo, bien definida por John Galbraith como la teoría que afirma que los pobres tienen demasiado dinero y los ricos demasiado poco. La "moralidad" reinante es la del mercado, es decir, la moralidad de la selva. La riqueza de la sociedad se concentra en cada vez menos manos, a pesar de toda la demagogia barata de una "democracia de propietarios". Se supone que vivimos en una democracia socialista. No obstante todavía, un puñado de grandes bancos, monopolios y especuladores (por lo general la misma gente) decide el destino de millones. Esta pequeña minoría aún posee medios poderosos para manipular a la opinión pública. Disponen del monopolio de los medios de comunicación —la prensa, la radio y la televisión— y de una policía espiritual — la Iglesia, que durante generaciones ha enseñado a la gente pobre a buscar la salvación en otro mundo, por que en este ya no pueden obtener ni un palmo de felicidad—.